Y se nubla la vista María,
porque duele recordar
que los besos negados María,
nunca más regresarán.
En las noches por ese camino,
algo extraño puede pasar,
al sentir en los labios frío,
de otros labios que no verás.
Es María quien pena en las calles
y debajo de un farol
roba besos y vida a la gente,
mientras ella yace en un cajón.
María bonita,
María marchita
miércoles, 10 de octubre de 2007
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